El sátrapa de la Moncloa está tan satisfecho de sí mismo y de su poder, que adorna de boato y magnificencia todas sus jugadas de astuto trilero. Acaba de finiquitar la fagocitación de telefónica, a partir de ahora “Pedrofónica”, y lo hace en su palacio madrileño, para que nadie tenga dudas de quién manda y de dónde viene la jugada.
Hace una semana, el consejo de administración de Telefónica, siguiendo directas instrucciones de su Sanchidad liquidó como presidente ejecutivo a José María Álvarez-Pallete sustituyéndolo por Marc Murtra. El Estado posee el 10% de Telefónica, que adquirió con la pasta del contribuyente, indicando que eran cuestiones estratégicas, por el bien de todos sus súbditos. Entrar en esta emblemática empresa es entrar en la cámara acorazada del Banco de España, una habitación con esplendidas vistas al Tesoro.
Como comentaba Julio Ariza recientemente se está ejecutando el sueño húmedo de cualquier banda de hampones. Se van a repetir los patrones de INDRA, lo de las puertas giratorias y lo de apoltronar en dorados despachos a todo quisqui que sea servil y del partido. Con estas operaciones “estratégicas” se promueve y “democratiza” la pasta gansa. Es una de las cuentas publicitarias más importantes a nivel internacional. La continua generación de “relatos” para mantenerse en el poder, conlleva disciplinar a los medios a golpe de talonario.
Con esta maniobra se pone fin a casi nueve años de gestión de José María Álvarez-Pallete al frente de Telefónica, quien no lo ha hecho mal. Ha gestionado profesionalmente y ha intentado obtener el mayor grado de independencia, en un IBEX extremadamente politizado a base de coercitivos y cambiantes decretos. Al frente del grupo se sitúa el hasta ahora presidente de Indra, Marc Murtra, un directivo de máxima confianza para Moncloa por sus lazos con el Partido Socialista de Cataluña.
La Sepi, esta reconversión funcional del INI, se convirtió en el principal accionista de la empresa de telecomunicaciones, después de culminar en 2024 la compra de acciones de Telefónica ordenada por el Consejo de Ministros y hacerse así con el 10% del capital de la compañía por 2.290 millones de euros. La excusa fue la entrada de los Saudies (STC Saudí Telecom Company) , aunque ahora se ve mucho más claro el cronograma utilizado. Criteria Caixa, el holding que gestiona el patrimonio empresarial de la Fundación La Caixa, tiene una participación del 9,99%; lo que explica las reuniones previas de su Sanchidad con el estratego del grupo Caixa, el amigo Isidro Fainé. STC se queda cerca del 9,95%, BBVA el 5% y por último los de siempre BlacRock con un 3% del capital social del gigante español de las telecomunicaciones. El plan de acercamiento de INDRA y TELEFÓNICA seduce a BlackRock y su importante voto delegado, lo que indudablemente anima y propicia la estrategia gubernamental. Vamos a ver si en breve hay movimientos, como lo de Hispasat. ¡Vamos a ver!
Dicen las malas lenguas que Pedro Sánchez terminó por distanciarse de José María Álvarez-Pallete por la decisión de despedir a Javier de Paz del consejo de administración. Si tiramos de hemeroteca, tenemos muchas, muchísimas fotografías de D. Javier, militando en las Juventudes Socialistas, en su lucha contra el capital. Otro prohombre que también ha cambiado de opinión. Con la llegada de STC, el presidente de la operadora estaba obligado a remodelar el órgano ejecutivo y se organizó una curiosa farándula con las discutidas fidelidades.
A lo mejor esta operación es para “traspasar” a Telefónica como parte del “cupo catalán”. Por lo visto el Sr. Murtra, por catalán y socialista, vale para presidir Indra, para presidir Telefónica o para el desembarco de Alhucemas. Con el forzado relevo de Pallete, Moncloa se asegura un control total de la compañía, más aún con el respaldo unánime del resto de accionistas de Telefónica. Desde abril de 2024 Marc Murtra es el máximo ejecutivo de Indra, una compañía clave en el sector de la tecnología y Defensa. Para ejercer su poder, su Sanchidad colocará a un hombre más que ligado con el PSOE y con amplia experiencia en puestos clave del Ibex 35.
El tejido empresarial está en guerra, intenta defenderse del largo brazo de Moncloa y su insaciable voracidad. La pelea entre Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva ha estallado ahora, de cara a las elecciones en Cepyme. La CEOE y Cepyme se sientan juntas en la mesa de diálogo social con el Gobierno y los sindicatos, pero la falta de sintonía y de confianza entre los dirigentes empresariales se ha incrementado progresivamente. Garamendi ha mantenido un perfil más conciliador, siendo generoso, en cambio, Cuerva ha estado en muchas ocasiones en el sector crítico. La postura de Cuerva y su equipo cada día es más apreciada, teniendo en cuenta que el gobierno no tiene freno para esquilmarnos a todos. El engendro de “Pedrofónica” confirma los peores augurios.
Mientras continuemos tomando cañas; unos no se enteran y otros no se quieren enterar. Ahora simplemente nos sentaremos a estudiar la evolución de la información sobre este asunto en los diversos medios. Así se demostrará a qué medios han respetado y aumentado la inversión publicitaria y a cuáles han vetado. Lo que no hay que esperar, es que alguien se ilusione en exponer el tema con objetividad y transparencia. Yo no lo hago, soy subjetivo porque soy un sujeto. Expongo mi análisis con la carga de mi propia mochila, pero yo no cobro por ello.
¿Es el último asalto? Estoy seguro de que veremos más.
Luis Nantón Díaz
EL ÚLTIMO ASALTO
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SIEMPRE APRENDIENDO
Ante todo gracias por tu visita.
Te presento un recopilatorio de los artículos que semanalmente se publican en el CANARIAS 7, y que con auténtica finalidad terapéutica, me permiten soltar algo de lastre y compartir. En cierta medida, de eso se trata al escribir, de un sano impulso por compartir.
La experiencia es fruto directo de las vivencias que has englobado en tu vida, y mientras más dinámico, proactivo y decidido sea tu carácter, mayor es el número de percances, fracasos, éxitos… Los que están siempre en un sofá, suelen equivocarse muy poco…
Y, posiblemente eso sea la experiencia, el superar, o al menos intentarlo, infinidad de inconvenientes y obstáculos, procurando aprender al máximo de cada una de esas vivencias, por eso escribo, y me repito lo de siempre aprendiendo, siempre.
Me encantan los libros, desvelar sus secretos, y sobre todo vivificarlos. Es un verdadero reto alquímico. En su día, la novela de William Goldman “La Princesa Prometida” me desveló una de las primeras señales que han guiado mi camino. La vida es tremendamente injusta, absolutamente tendente al caos, pero es una experiencia única y verdaderamente hermosa. En esa dicotomía puede encontrarse ese óctuple noble sendero que determina la frase de aquel viejo samurái: “No importa la victoria, sino la pureza de la acción”.
Como un moderno y modesto samurái me veo ahora, en este siglo XXI… siempre aprendiendo. Los hombres de empresa, los hombres que intentamos sacar adelante los proyectos de inversión, la creación de empleo, los crecimientos sostenibles, imprimimos cierto carácter guerrero a una cuestión que es mucho más que números. Si además, te obstinas en combinar el sentido común, con principios, voluntad de superación y responsabilidad, ya es un lujo.
Si también logramos inferir carácter, lealtad y sobre todo principios a la actividad económica, es que esa guerra merece la pena. Posiblemente sea un justo combate.
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